¿Yoga en Casa? ¡Sí puedes!

En mis primeros años de yoga, jamás habría imaginado poder practicar yoga en mi casa. ¿Qué sabía yo de yoga? Confiaba de forma plena en mi instructor y le quería cerca de mi cuando estaba practicando. Mientras que pudiese acudir a varias clases por semana, estaba feliz. ¿Yoga en casa? ¡Si, puedes!

Haz Yoga como puedas, donde puedas

Tras mudarnos a un pequeño pueblo sin yoga, todavía no me sentía cómoda para practicar por mi cuenta, quizá por razones de inseguridad, falta de confianza o falta de disciplina. Al admitir que no me sentía suficientemente listos para seguir con una práctica de yoga por mi cuenta en casa, admití un modo de vida sin yoga. Dejé a un lado mis revistas de yoga que llegaban cada mes y me trataban de guiar en mi práctica personal de yoga en casa, evite la reiteración desganada de vídeos de yoga y a lo largo de meses, reemplacé el yoga por la cinta de correr de mi piso y por clases de pilates. No era yoga, más sentir que hacía ejercicio era esencial para mí. Si bien no era capaz de practicar yoga qué era lo que deseaba, sí traté de proseguir con una práctica de ejercicios físicos que le viniese bien a mi cuerpo. Pese a mi primera actitud un tanto extraña cara la práctica de yoga en casa, ahora me sorprendo a mí haciendo una postura o bien 2, solo por el hecho de que me apetece, pues mi cuerpo me lo solicita. Soy propensa a padecer dolores de espalda, y en ocasiones poder practicar unos fáciles ejercicios de yoga para la espalda en casa son ideales para poder estirar mi cuerpo.j

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Olvídate de tus expectativas

Volviendo la vista atrás, creo que los mayores obstáculos que tuve fueron las nociones preconcebidas de lo que una práctica en casa es o bien habría de ser (las nociones todavía se interponen en mi camino de manera regular). Una práctica en casa no tiene por qué razón ser una réplica precisa de lo que hace el profesor. Puede ser lo que tu cuerpo precisa o bien desea hacer en ese instante.

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Date tiempo para aprender Yoga

Si has asistido a clases de yoga, seguro que ya eres capaz de rememorar ciertas asanas fáciles que vas a poder ir trabajando en casa. Puedes comenzar por ahí. Elige un espacio en tu casa sosegado y agradable, tomate un tiempo día a día para comenzar a edificar tu práctica en casa. Empieza con los ejercicios que más te apetezca hacer, y ten actitud y una mente abierta. No te juzgues, ten paciencia ¡y ponte a practicar!

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