Battambang y el tren de bambú

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Llegamos a Battambang con la idea de subir a su famoso tren de bambú. Para verlo, nos guiar leyendo los cuidados consejos de los blogs de viaje de nuestras amigas Carol Moonflower - En el Camino con Moonflower - y M. Teresa Trilla - Apuntes de viajes -. Nos gustó lo que explica sobre el tren de bambú y teníamos ganas, de sentirnos un poco como niños subiendo allí arriba.

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Battambang se encuentra en el suroeste de Siem Reap, en el lado sur del lago Tonle Sap. Es la segunda ciudad más grande del país -un apunte no demasiado alentador- y alarga siguiendo la orilla del río Stung Sangke, donde se ha establecido población de origen Cham en aldeas flotantes. Además, se conservan algunos edificios de los alrededores de 1920 de herencia francesa. Cuando llegamos allí, la ciudad nos decepcionó bastante: se veía dejada, el río bajaba seco y los edificios coloniales que vemos se encontraban en estado de decadencia. Había que encontrar las casas coloniales rehabilitadas y un hotel decente para retirar y poder poner al día el blog. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando, al atardecer, Juan y Merche, unos amigos de Madrid con quien nos hemos encontrado en Bangkok, nos dicen que han contratado un tuc-tuc para mañana, para todo el día.

Todo el día! Estamos asombrados! Nosotros, que antes preferimos no ver según qué cosas que tener pegado a la espalda un conductor de moto, coche o lo que sea, empezamos a sudar. Y más cuando nos explicaron la agenda, llena a rebosar desde la salida hasta la puesta de sol. Al terminar el día y el relato, vimos que contratar el tuc-tuc fue todo un acierto, pues nos permitió ver muchas cosas interesantes y variadas.

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Visita de la granja de cocodrilos

Así que a primera hora, aunque con alguna legaña en el ojo, nos ponemos en ruta y la primera sorpresa no tarda en llegar: visitamos una granja de cocodrilos. Sí, sí, de cocodrilos. Los reptiles se encuentran amontonados alrededor de una balsa de agua que suelta un olor fétido. Se les alimenta dos veces a la semana. Con qué? -nos preguntamos. Con pescado. Todavía tenemos los pelos erizados de ver tantos y tantos inmensos cocodrilos juntos, unos encima de otros, cuando nos conducen a una propiedad de la orilla, donde se realiza su reproducción y cría y se están los cocodrilos "baby" hasta que se hacen más grandes. Nos cuentan que hay muchas granjas como éstas repartidas por todo Battambang y que los propietarios las protegen con vallas muy altas e incluso a veces con fusil, pues los robos de ejemplares de cría son frecuentes.

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Parece ser que una cría se paga a 15 o 20 dólares en Tailandia. Para qué los quieren? pues para criarlos y hacerlos grandes, así no hay que invertir en la reproducción. No logramos saber qué edad tienen los cocodrilos que hay en cada recinto, pero sí tenemos claro que un animal es rentable a partir de los 12 años de edad. Y más se paga por él cuanto mayor es.

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Pueden haber cocodrilos aquí enjaulados esperando que su piel sea rentable, hasta sus 80 años ...! Tímidamente preguntó: rentable, por qué? Por su piel, me responde el conductor del tuc-tuc. En los mercados internacionales, la piel de cocodrilo se paga muy bien para fabricar bolsos, carteras, maletas y chaquetas. También su carne, que se vende en los mercados de EEUU, China y Australia, comienza a hacerse famosa como "gourmet food" en algunos restaurantes europeos. Así que, el juego del comercio está ya hecho.

El famoso tren de bambú

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La siguiente visita es mucho más divertida y exenta de conflictos de valores: el tren de bambú de Battambang. Las vías fueron construidas por los franceses para transportar bananas y café pero, durante el régimen sanguinario de Pol Pot, se destruyeron los trenes y fue el ingenio de los camboyanos lo que permitió el rescate de las vías -que están en un estado lamentable- y del tren como medio de transporte y de comunicación. Así, el tren consiste en una plataforma de bambú que, junto con un motor de motocultor como propulsor y el mecanismo de un tanque como ruedas

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Ana Lindner

Apasionada del deporte y de los viajes con mi compañero Grog (un pastor belga). Cuándo descubrí el Yoga por primera vez, mi vida cambió para siempre. Cree el blog de Yogatravel para compartir mi experiencia acerca del arte el Yoga y complementarlo con mis viajes alrededor del mundo. ¿Me acompañas?

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